''Porque después de esta tormenta, no se va a atrever a venir ni la calma''

Dicen que cuando estás feliz, sólo haces que gritarle al mundo tu alegría, mientras que cuando estás triste,  recurres a escribir porque de algún modo, necesitas sacar lo que llevas dentro y deshacerte de aquello que te pesa.

Supongo que por eso, después de tanto, he vuelto por aquí. 

Y vuelvo por lo de siempre: por el que ya no va a volver. Y puestos a despedirnos, aprovecho para despedirme a mí. De mí. 

Lo jodido de una relación llega cuando miras a la otra persona y ya no la reconoces. Pero lo más jodido aún, llega cuando te miras al espejo y ya no te ves. ¿Quién es esa? Esa no soy yo.

Estoy en el fondo de mí, siendo aplastada por recuerdos que ya no van a volver a repetirse, por personas que calaron dentro y hoy sólo han dejado el agujero, por promesas sin cumplir, que, tonta de mí, aun me queda la esperanza de que algún día se cumplan. 

Mi problema es que las personas que me han hecho creer en lo que antes creía, son las mismas que han hecho que deje de creer en ello. Y una parte de mí se resiste, y la otra se ríe de lo tonta que soy.

Siempre he pensado que soy el resultado de lo que me han aportado las personas que me quieren. Y no quiero convertirme en la consecuencia de lo que me han hecho las que decían hacerlo. 

El mundo será un poco menos mierda el día que las personas que viven en él dejen de intentar ser felices a costa de los demás para empezar a vivir haciendo feliz a alguien.

Comentarios

  1. “Tienes que ofrecer aquello que quieres conseguir”

    ResponderEliminar
  2. He llegado aquí por casualidad y no me puedo ir sin decirte que esta entrada es genial. En especial, la última frase! ;)
    No dejes de escribir!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Nunca sabrás cual es el camino correcto si no arriesgas.

Forget forgot forgotten