Eso no entraba en sus planes del típico chulo. No había hueco para quererla, para adorar sus defectos. Para correr detrás de ella si se enfadaba. Para admirarla sin maquillaje y creer que estaba guapisima así. Para llevarle flores en un día no especial o aparecer en su puerta sin motivo. No había sitio para sentimientos, ni tiempo para sorprenderla con cualquier detalle. Su nombre permanecía en última posición en 'cosas importantes que hacer'. ¿Qué más daba si se encontraba mal, si lo necesitaba? ¿Por qué iba a preocuparse? Ya se le pasaría a ella sola. Él tenía demasiadas cosas en las que pensar cómo para tener que cargar con ella, con sus tonterías, con sus ganas de quererlo y todo lo que ello conllevaba. ¿Por qué debía importarle que ella siempre estuviera ahí, para él, siempre que la necesitó? Nadie le pidió que estuviera, lo hizo porque ella quiso. El amor disminuía conforme su orgullo arrasaba con él. Su nombre cada vez se borraba más de su mente, y en su corazón ya no quedaba rastro alguno.
Nunca sabrás cual es el camino correcto si no arriesgas.
Dicen que no hay que llorar por el pasado , que no hay que preocuparse por el futuro y que lo único que hay que hacer es vivir el presente. Que hay que llorar para saber sonreír y caer para aprender.. También dicen que el si alguien nos hiere es porque nos importa, pero que quien te quiere no te hará sufrir. Dicen que uno no aprende hasta que tropieza, que cometer errores es casi la única manera de aprender algo.. Que el que no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue. Que el que tiene miedo a fracasar, nunca llegará a nada , que el temor a fallar no te tiene que impedir jugar. Pero lo que hay que tener claro, es que lo que no te mata, te hace más fuerte y que lo bueno, tarde o temprano, siempre llega.
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